Tasia Aránguez
La mediocridad de la clase política suele considerarse un hecho empírico en cualquier tertulia de bar. Y ya decía Aristóteles que suele haber algo de cierto en todo lugar común. Bourdieu y Freeman nos proporcionan algunas claves que permiten explicar tan curioso fenómeno: si hay gente tan válida en la sociedad, ¿por qué hay tanta persona incompetente en el poder? No está de más puntualizar que, por supuesto, hay personas brillantes en la política, hay personas altruistas e incorruptibles. Lo que Bourdieu y Freeman nos permiten explicar es que las estructuras facilitan el progreso de un determinado tipo de persona.